domingo, 5 de marzo de 2017

Esta de moda

Esta de moda hablar de corrupción. Después de años de sufrir los efectos de este mal (que nos ha acompañado desde la época de la colonia) en nuestro país , hay una oleada de indignación generalizada por parte de la ciudadanía, que ojalá no se termine cuando la selección juegue por eliminatorias, y de la que se espera salgan soluciones para erradicar, ojalá para siempre, esta desagradable y dañina tradición que ya hace parte de nuestra cultura nacional.

Casi a diario hay noticias de ollas y ollas que se siguen destapando, cada vez peores, tan feas como Maria Fernanda Cabal recién levantada, tan pestilentes como las medias de los jugadores del Nacional después de un partido con lluvia y  tan inverosímiles como las políticas diplomáticas de Donald Trump. Y en medio de tanto escándalo, están apareciendo, como siempre, nuestros ilustrísimos dirigentes para tomar la vocería en otra muestra mas de que Macondo no se lo inventó Gabo sino que existe realmente en la punta norte de suramérica.

Es que parece un mal chiste sacado de una revista vieja  de Condorito, de esas que uno lee mientras espera que le corten el pelo,  que Ernesto Samper hable de combatir la corrupción con buen ejemplo. Es en serio?  Que este señor hable de corrupción dejando de lado que a lomo de elefante logró terminar milagrosamente su periodo presidencial, en el que el número 8.000 se puso de moda, en el que se terminaron de robar a Caprecom, y en el que sus ministros estrella hacían miti miti es otra muestra más que a nuestro país no lo matan las balas sino su mala memoria. Seguramente es un mal chiste que se le ocurrió mientras hacía de extra en uno de los videos de su sobrino.

La de Ordoñez es otra de las perlas;  su convocatoria a una marcha contra la corrupción olvidándose que se reeligió procurador haciendo chanchullo con el consejo de estado y que mientras enterraba la investigación a Odebrecht, se diseñó un sistema de seguridad propio de un narco ochentero (pagado con nuestros impuestos) confirman que el lugar de este señor no está en la política sino el escenario de Sábados Felices.

Y es tan irónico, tan surreal,  tan absurdo que sean los ladrones de este país los que esten promoviendo esta lucha que parece que estuviéramos viviendo en alguna película de Luis Buñuel. Eso sí, hay algunos como Claudia López, que se ven un poco mas honestos y que aparentemente buscan soluciones reales para cambiar las cosas… esperemos que como siempre no se quede en buenas intenciones, y que la pereza cívica que nos caracteriza no impida dejar llegar las cosas mas allá.


Y ya para cerrar el tema… una cosa es buscar como evitar el saqueo de los de arriba, pero tal vez el círculo  de la corrupción es mas amplio. De pronto se puede evitar su origen con no hacerle la tarea al niño para que no lo rajen en el colegio, con no comprar trabajos en la Universidad, o darle algún regalito al profe para que suba esas décimas para el 3.0, con no colarse en la fila, con devolver las vueltas que da de más el cajero, con pagar lo que nos tomamos dentro  del supermercado, con no colarse en el transmilenio… en fin… con quitarnos el chip de que el vivo vive del bobo... porque claramente, lo que estamos viviendo es que los vivos de arriba están viviendo de los bobos de abajo.

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